20 may 2017

Dehesa extremeña, en familia.

- ¡Hola Pedro, llegas puntual!, son las cuatro y cinco de la tarde, no me lo esperaba de ti, jajajaja.
- Aquí me tienes Juan, con la familia al completo dispuestos a disfrutar experiencias en Extremadura. ¿Viene también Antonio?
- Sí, hemos quedado con él en "La Ventilla del camionero" en Deleitosa, ya sabes, como el sale desde Plasencia le viene mejor, ya que le coge de camino.
- Pues pongámonos en marcha que hemos quedado a las seis y media para merendar allí y tenemos ruta por delante.

Pedro va con su mujer María, y sus dos hijos de 10 y 12 años. Antonio viene con Carmen, los dos mellizos de 9 y la chica de 11. Por mi parte voy con Juana y los dos chicos de 9 y 13 años, en total somos 13 y hemos cogido una casa completa en una dehesa en Almoharín, provincia de Cáceres.
La casa rural la ha elegido Antonio, pues estuvo con unos compañeros de facultad en navidad. Me comenta que es muy confortable y está situada dentro de una finca muy amplia (65Ha) de una gran belleza; además, Carlos, el propietario, le comentó que siempre regala un asado de cordero a los que repiten como clientes; a Antonio le vienen al pensamiento los días al lado de la chimenea con sus amigos cuando estuvieron en diciembre.
Nos comenta, como valor añadido, que los corderos son de la propia finca cuidados por el propietario, con lo que el programa tiene una expectativa muy prometedora.
Instalaciones de Las Gamitas
Son las ocho y media y acabamos de pasar Almoharín. Circulamos por una estrecha carretera rodeada de dehesas con abundunte ganado vacuno. La sensación de serenidad se introduce en nuestros vehículos, la desconexión de nuestro día a día empieza ya antes de llegar. Entramos en la finca rodeados por encinas; la casa rural está levantada sobre un antiguo establo perfectamente reconstruido. Cuando entramos a dejar el equipaje, comprobamos que las habitaciones son amplias. Hay un jardín en el exterior con una amplia barbacoa, zona de juegos para los niños y un espacio con mesas para los adultos,  muy agradable.
Carlos, nos muestra las instalaciones y quedamos que el asado lo tomaremos mañana sábado sobre las 2 para disfrutarlo con tiempo, pues así tendremos la tarde por delante.

Charca preparada para la pesca de tencas
Pedro se ha traido sus aparejos de pesca, pues Antonio nos comentó que en la finca hay una charca preparada para la pesca de tencas. El sábado, después del desayuno nos vamos todos a iniciarnos en la pesca.
La tenca es un pez de aguas tranquilas por lo que se da muy bien en las charcas. La charca de la finca las gamitas está rodeada de encinas, lo que hace que el lugar sea especialmente atractivo.
Pedro nos inicia en las artes de la pesca: como poner el cebo, como se debe "tentar" para que piquen y nos explica que hay que estar muy atento pues cuando la tenca pica el nazuelo es casi imperceptible, pero en cuanto ha picado pelea su libertad con energía.

- "Antonio que ricas las tencas", dice Pedro. Hemos llegado ya al domingo por la tarde y estamos terminando de comer en las gamitas. Antonio nos ha guisado las tencas en rodajas y un aliño que se guarda como secreto profesional, para que no dejemos de contar con él, nos dice, jejejeje.

Me quedo mirando como pastan las vacas limusinas detrás de la pared de piedra del jardín que hay enfrente de la casa.
Hemos pasado un fin de semana muy agradable, seguro que volveremos.
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Juan, mayo de 2017